El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) aprobó con salvedades las cuentas del presidente de la República, Michel Temer, referentes al ejercicio 2017. La votación tuvo lugar, en sesión extraordinaria, durante la mañana del día 13 de junio. En total, el Tribunal incluyó 22 salvedades, 24 recomendaciones y 4 alertas.

La ponencia del proceso corrió a cargo del ministro Vital do Rêgo. Durante la sesión, los ministros de la Corte de Cuentas pusieron especial énfasis en la cuestión de las exenciones fiscales, que el año pasado ascendieron a una cifra de R$ 354 000 millones, lo que representa un 5,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) y el 30,7 % de los ingresos primarios. “No se está abordando la agenda para la revisión de la política fiscal brasileña. Esta decisión de la Corte debe servir como alerta para la clase política, para el Congreso Nacional, para el poder Ejecutivo y para la sociedad, de que no basta con la reforma del sistema de pensiones, sino que también necesitamos establecer una agenda sobre la reforma fiscal”, resaltó el ponente en una rueda de prensa con los medios de comunicación que se celebró tras la sesión.

De acuerdo con el ministro, durante el periodo comprendido entre 2003 y 2008, el porcentaje promedio de las exenciones fiscales respecto al PIB representó un 3,4 %. En el caso de trasladar este mismo promedio al año 2017, el déficit del sistema de pensiones disminuiría un 50 %. El ministro ponente resaltó, asimismo, que el 84% de las exenciones fiscales tienen vigencia indeterminada, mientras que para un 44 %, no hay un órgano responsable de la gestión.

En la opinión de Vital do Rêgo, el dictamen del TCU que aprueba las cuentas del presidente de la República, con las salvedades necesarias, tiene como objetivo crear “un nuevo ámbito de discusión en Brasil”, que va más allá de los conceptos de índole contable. “Crear el concepto de que las reformas estructurantes son necesarias, con una mirada mucho más aguzada sobre la reforma fiscal y tributaria”, afirmó.

Asimismo, el ponente también esclareció que el examen de las cuentas del presidente de la República no supone una verificación de la regularidad de todos los actos practicados por el jefe del Poder Ejecutivo. Esto es así dado que, según el ministro Vital do Rêgo, el análisis del TCU se realiza desde una perspectiva macrogubernamental, es decir, enfocada en el análisis de los balances y de la ejecución presupuestaria y financiera del Gobierno federal.