El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU-Brasil) celebra hoy, 7 de noviembre, 133° aniversario de su creación. El 7 de noviembre de 1890, Rui Barbosa firmó el Decreto 966-A, por el cual se creaba la Corte de Cuentas brasileña. El proceso se materializó años después, en 1893, por iniciativa de Inocêncio Serzedello Corrêa, mediante la instalación efectiva de la institución.

El decreto de Rui Barbosa estableció las bases para la creación de un "Tribunal de Cuentas para el análisis, revisión y enjuiciamiento de los actos relativos a los ingresos y gastos de la República", situando a Brasil en el escenario de los Estados modernos. La consolidación formal tuvo lugar en 1891, con la promulgación de la primera Constitución Republicana el 24 de febrero de ese año.

En las seis constituciones republicanas posteriores, las competencias de la Corte de Cuentas cambiaron mucho. Las atribuciones del Tribunal se redujeron en algunos momentos, no obstante la Constitución Ciudadana de 1998 fortaleció el papel del Tribunal, mejorando su funcionamiento.

Los detalles de esta historia están disponibles en el catálogo virtual "TCU 130 años". El material, organizado por el Centro Cultural TCU, destaca los principales acontecimientos de la Corte de Cuentas desde su creación hasta épocas más recientes. Haga clic aquí para consultar el documento.

La Junta de Auditores de la ONU

El pasado viernes 3 de noviembre, el Tribunal inició un nuevo capítulo en su historia al ser elegido la institución encargada de representar Brasil en el trabajo de auditoría externa de los fondos y programas de la Organización de las Naciones Unidas. Como representante del país en la Junta de Auditores de la ONU, el TCU trabajará para asegurar la debida aplicación de las inversiones en iniciativas globales vitales, como la lucha contra la pobreza, la desigualdad, la crisis climática, las guerras, la inestabilidad política y los obstáculos para el desarrollo sostenible.   

El Board of Auditors, como se conoce en inglés a la Junta de Auditores de la ONU, lleva a cabo auditorías externas de las finanzas, fondos, programas y misiones de paz de la organización internacional y formula recomendaciones para mejorar la gobernanza y la gestión de los recursos.