El curso tuvo como objetivo proporcionar a los diputados federales, estatales y senadores de la República elegidos para el primer mandato, herramientas de planificación y estrategias de acción para una actuación eficiente en sus mandatos.

Durante el acontecimiento, fueron presentados los instrumentos por medio de los cuales el Tribunal puede auxiliar a los miembros del Congreso Nacional para que ejerzan sus funciones fiscalizatória y legislativa. Lincol Maciel, jefe de la Asesoría Parlamentar del TCU, indicó maneras de estrechamiento de lazos entre el Tribunal y el Congreso con el objetivo de realizar fiscalizaciones más eficientes. Destacó cuatro instrumentos principales: el Fiscobras (plan de fiscalización anual del TCU relativo a las obras públicas); las Cuentas de Gobierno; el Informe de Políticas y Programas de Gobierno; y las solicitudes del Congreso Nacional.

En la ocasión, también se presentaron los sistemas Alice[1] y SAO (Sistema de auditoría de presupuesto).

Leonardo Albernaz, titular de la Secretaría de Macro-evaluación Gubernamental, clarificó a los nuevos parlamentarios el proceso del análisis de las cuentas del gobierno. Albernaz también presentó el Informe de Políticas y Programas de Gobierno como instrumento que auxilia al Estado a tomar futuras decisiones para designación de recursos y a crear una agenda propositiva de control.

Al final, el ministro de la Corte de Cuentas Bruno Dantas destacó el espíritu de asociación entre el TCU y el Congreso Nacional y reforzó que esa relación puede profundizarse aún más, “puesto que es en la representación popular que yace la fuente de legitimación de las acciones que el TCU realiza”.