“El rito de traspaso de mando de hoy es símbolo de la renovación constante que mueve este Tribunal. Este momento ilustra la búsqueda incesante de esta Corte de estar siempre en línea con su tiempo, y por eso mismo, nos llena de buenas expectativas”, señaló el ministro Mucio en la apertura de la sesión.

Siempre atenta a combatir las desigualdades del país, la ministra, en su discurso, destacó que el TCU-Brasil, en el ejercicio de su rol constitucional, tiene los medios para “promocionar la calificación de políticas que promuevan la inclusión social y económica, capaces de impulsar una educación con más calidad, salud para todos, desarrollo regional e infraestructura necesaria para que haya prosperidad en los diferentes 'Brasiles' que componen nuestra nación”.

Mujeres  

La ministra también saludó el recuerdo de Élvia Lordello Castello Branco, la primera mujer en presidir el Tribunal. La ministra Élvia asumió la presidencia de la Corte, por un año, en 1994.

Como compromiso de la gestión, Ana Arraes manifestó que aumentará de un 10% a aproximadamente un 30% la participación femenina en los cargos directivos. “Así, además de hacer más equitativa la distribución en puestos estratégicos, también será una forma de reconocer el talento y la calidad técnica de las servidoras para los puestos de mando”, observó.

“Admitámoslo, hemos tenido pocos puestos de autoridad, no solo en esta Corte, sino en la Administración Pública, en la política y en varios tribunales. Estoy absolutamente convencida de que hay muchas mujeres que podrían desempeñar de forma brillante estas funciones, tan decisivas para el interés público. Estemos preparadas, estemos dispuestas, no tengamos miedo, porque no nos falta capacidad”.

La ministra Ana ocupará la presidencia a partir del 1 de enero de 2021 y será la segunda mujer en ocupar este cargo.