Una auditoría refuerza las acciones de UNICEF en favor de los niños en situación de riesgo
Por Secom
Para garantizar que los miles de millones de dólares invertidos en programas destinados a niños vulnerables se utilicen de forma responsable y eficaz el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU - Brasil), a través de la Secretaría de Control Externo de la Organización de las Naciones Unidas (SecexONU), está llevando a cabo auditorías en el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés).
La SecexONU organizó al equipo brasileño en tres frentes especializados: auditoría financiera; de adquisiciones y de contrataciones, y auditoría de asociaciones, esta última responsable de verificar la implementación de programas a escala global.
Según datos de UNICEF, alrededor del 50 % de los recursos anuales de la organización se ejecutan a través de asociaciones con Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), conocidas como socios ejecutores. En 2023, de los 9,6 mil millones de dólares ejecutados por la institución, 4,6 mil millones se destinaron a estas asociaciones. Esta estrategia es esencial para que UNICEF pueda llegar a poblaciones en situaciones de extrema vulnerabilidad, especialmente en lugares donde la presencia física de la organización es limitada.
La auditoría de asociaciones evaluó los procesos de selección, análisis de riesgos y firma de acuerdos con OSC en cuatro oficinas clave de la organización: la Oficina Central, en Nueva York; la Oficina de Brasil, en Brasilia; y las oficinas de Malawi y Etiopía, dos países que concentran importantes inversiones debido a los altos índices de vulnerabilidad infantil.
"Nuestro objetivo fue elaborar recomendaciones que pudieran mejorar la selección de los socios de UNICEF y fortalecer los mecanismos de gobernanza de estas alianzas. Con acuerdos más sólidos y una selección cuidadosa de las OSC, la organización puede mejorar significativamente la prestación de servicios a los niños, su público prioritario", explicó Manuela de Andrade Faria, auditora líder del equipo de auditoría de asociaciones.
La realidad encontrada en los países auditados refuerza la urgencia del trabajo. En Brasil, por ejemplo, los propios datos de UNICEF revelan que en 2021 más de 20 millones de niños y adolescentes vivían en situación de pobreza, de los cuales casi seis millones se encontraban en situación de pobreza extrema. Problemas como la caída de la cobertura de vacunación desde 2016, el aumento de la mortalidad materna, la desnutrición infantil e incluso el suicidio entre los adolescentes ponen de manifiesto la urgencia de intervenciones más eficaces.
En respuesta a esta situación, UNICEF ha elaborado un plan de acción para el período 2024-2028, con el que se pretende ampliar la vacunación contra enfermedades como la difteria, el tétanos y la tos ferina; reducir las tasas de desnutrición y sobrepeso; disminuir la tasa de embarazo en la adolescencia; y aumentar la tasa de niños con acceso al agua potable y al saneamiento.
La actuación de la SecexONU contribuye directamente a la implementación de este plan, al fortalecer los controles internos y difundir buenas prácticas de gestión. Según el equipo del TCU, el trabajo de auditoría no se limita al uso adecuado de los recursos, sino que promueve la protección efectiva de los derechos de los niños en todo el mundo.