Noticias

Brasil presenta informes de auditoría de agencias de la ONU

Por Secom / Serint

boa1.jpg

El presidente del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de Brasil, ministro Vital do Rêgo, y el ministro Walton Alencar Rodrigues participaron del 22 al 23 de julio en el 79º período ordinario de sesiones de la Junta de Auditores de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York. En la reunión se analizaron y validaron los informes de auditoría de 2024 de agencias, organizaciones, fondos y misiones de paz de la ONU presentados por las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) de Brasil, China y Francia.

Entre las auditorías a cargo del TCU están las misiones de paz en Kosovo y Chipre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Caja Común de Pensiones del Personal de las Naciones Unidas (UNJSPF), la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género (ONU Mujeres). Las fiscalizaciones fueron coordinadas por el ministro Walton Alencar Rodrigues. 

Francia, que actualmente preside la Junta, audita fondos, programas y diversas misiones de paz. China es responsable del llamado “Volumen I”, que comprende el Secretariado de la ONU y todos sus departamentos.

El ministro Vital do Rêgo reconoció y agradeció a Pierre Moscovici y Hou Kai, presidentes de las EFS de Francia y China, por su invaluable colaboración. "Esta asociación fue fundamental para que Brasil pudiera cumplir con éxito y competencia su papel en su primer año como auditor externo de la ONU", declaró.

El presidente del TCU presentó las principales conclusiones de las 17 auditorías realizadas por Brasil: un total de 95 hallazgos y 144 recomendaciones. Las agencias auditadas por los equipos brasileños gestionan un presupuesto anual de 15 mil millones de dólares.

“La ONU representa esperanza para millones de mujeres, niños, refugiados y desplazados. Por eso, nuestra misión es realizar auditorías que generen impactos positivos en sus vidas y contribuyan con soluciones financieras y de gestión, siempre centradas en la protección de las personas atendidas por la ONU”, afirmó Vital.

El ministro también agradeció a los equipos de auditoría, formados por profesionales del TCU, de la Contraloría General de la Unión (CGU) y de tribunales de cuentas de estados y municipios. Reconoció además el apoyo de la Asociación de Miembros de los Tribunales de Cuentas de Brasil (Atricon) y del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Durante la sesión, Vital do Rêgo se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres. Uno de los temas abordados fue la crisis presupuestaria que enfrenta la organización. El ministro propuso que Brasil, en coordinación con el gobierno federal, podría recibir oficinas de la ONU como parte de un proceso de descentralización.

También discutieron la realización de la COP30, en noviembre en la ciudad de Belém, y la posibilidad de un convenio entre la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y el Instituto Serzedello Corrêa (ISC) de Capacitación del TCU.

Principales hallazgos de auditoria

En la UNJSPF, el TCU identificó oportunidades de mejora. La más crítica fue la ausencia de documentación detallada sobre la metodología actuarial utilizada por el consultor externo. También se observaron divergencias entre los procedimientos operativos y los reglamentos en cuanto a la conversión de moneda de los beneficios pagados en divisas alternativas, lo que podría generar distorsiones en los montos abonados.

En UNICEF, se ha vuelto una práctica común la selección directa de socios de la sociedad civil, incluso sin una justificación contextual documentada. La ausencia de justificaciones documentadas afecta negativamente la transparencia y puede limitar la innovación y eficiencia operativa. También se detectaron fallas significativas en el rastreo de insumos, un problema particularmente preocupante en un contexto de emergencia o vulnerabilidad.

En el Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales (IRMCT), se concluyó que proceso de transición institucional se enfoco casi exclusivamente en la gestión de personal, desatendiendo aspectos clave como la gestión de activos, archivos, tercerización e infraestructura.

En auditorías de gestión de las agencias UNODC, ONU Mujeres, UNFPA y UNICEF, se observó un patrón recurrente de debilidades en los procesos de selección de socios, el monitoreo de programas y la gestión de la cadena de suministros.

La auditoría de la UNODC, por ejemplo, reveló una necesidad de fortalecer las herramientas y prácticas de monitoreo de programas. El actual sistema IPMR, diseñado para la planificación y el seguimiento, no cumple plenamente con los requisitos operativos de los gestores de proyectos. Como resultado, esta limitación compromete la transparencia en la ejecución de los programas y restringe una supervisión estratégica efectiva.

En la ONU Mujeres, se constató que el plan de garantía de socios de programa se finalizó con retraso y con un alcance limitado, omitiendo categorías de gastos relevantes. Dicha restricción impacta la fiabilidad de los estados financieros y la prontitud en la detección de irregularidades.

En el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la gestión de los plazos de entrega en la cadena de suministros resultó fragmentada y carece de indicadores confiables. La falta de estadísticas consolidadas y de coordinación entre las áreas dificulta la evaluación del desempeño de los proveedores y compromete la toma de decisiones basada en datos.

Según el presidente Vital do Rêgo, los hallazgos identificados en las entidades bajo la responsabilidad de Brasil refuerzan la importancia de una gobernanza sólida, con roles bien definidos, sistemas de información integrados y una cultura organizacional enfocada en resultados.

Boa2.jpg

Junta de Auditores de la ONU (“Board of Auditors”) 

La Junta de Auditores de las Naciones Unidas fue creada en 1946 con el propósito de realizar auditorías externas en la propia ONU, así como en sus fondos y programas. Su mandato consiste en llevar a cabo auditorías independientes para evaluar la eficiencia de los procedimientos financieros, los sistemas contables, los controles internos y la administración general, asegurando el cumplimiento de las normas internacionales de auditoría.

La Junta examina áreas clave de la gestión de la ONU, incluyendo paz y seguridad, cambio climático, desarrollo sostenible, derechos humanos, desarme, salud e igualdad de género. Sus conclusiones y recomendaciones contribuyen a mejorar las operaciones de la organización y fortalecer sus sistemas de control interno.

Está compuesto por tres miembros, cada uno representando a un Estado miembro de la ONU, con un mandato único de seis años, no renovable. Además del ministro Vital do Rêgo, como presidente del TCU, integran actualmente la Junta el presidente del Tribunal de Cuentas de Francia, Pierre Moscovici, y el auditor general de la Oficina Nacional de Auditoría de China, Hou Kai. 

El TCU en la Junta de Auditores

El TCU fue elegido en noviembre de 2023, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en una decisión por aclamación. En julio de 2024, asumió oficialmente su lugar como miembro de la Junta de Auditores de la ONU. 

El portafolio de auditoría del TCU incluye: Universidad de las Naciones Unidas (UNU); Instituto de las Naciones Unidas para Formación y la Investigación (UNITAR); Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA); Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC); Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género (ONU Mujeres); Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales (IRMCT); Caja Común de Pensiones del Personal de la ONU (UNJSPF); Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); Oficina de las Naciones Unidas en Viena (UNOV); Misiones de Paz en Kosovo, Líbano y Chipre.

Voltar ao topo