En 2017, el TCU realizó un levantamiento para la obtención y sistematización de gobernanza pública y gestión en organizaciones federales. El objetivo principal del trabajo fue identificar los puntos más vulnerables e inducir mejorías en esas áreas.

El levantamiento muestra el bajo nivel de madurez en relación a la gobernanza pública. Eso significa que la mayoría de las instituciones federales brasileñas no posee capacidad de entregar a la sociedad lo que se espera, sea por problemas en liderazgo, estrategia o rendición de cuentas, sea por carencias en la gestión de operaciones (planificación, ejecución y control).

Los resultados sugieren que las buenas prácticas de gobernanza pública no son adoptadas en la mayor parte de las organizaciones. “Como regla general, hay poco seguimiento de la estrategia organizacional, de los resultados y del desempeño de la alta administración. La consecuencia esperada de la debilidad de las instancias y de los procesos de gobernanza son la dispersión de energía y de recursos, además de la mayor vulnerabilidad a la estafa y a la corrupción”, dijo el ministro relator Bruno Dantas.

El sector de gestión de personas es lo más crítico. Sesenta y nueve por ciento de las organizaciones está en el nivel inicial de gobernanza. De acuerdo con el ministro-relator, la situación identificada “coloca en riesgo la capacidad de entrega de las organizaciones, disminuye la cantidad de resultados que podrían ser generados con los mismo recursos invertidos, además de, en algunas situaciones, generaren riesgos de desvinculación entre las decisiones tomadas y el interés público”.

En relación a la rendición de cuentas, dos tercios (65%) de las instituciones dejaron los niveles iniciales, lo que sugiere Buenos efectos de la otorga de la Ley de Acceso a la Información (LAI) y de la propia obligatoriedad que ellas tienen de rendir cuentas al ciudadano. Otra evolución está en la capacidad declarada de definición de estrategias: tres cuartos (75%) de las organizaciones afirmaron definir planes estratégicos en alguna medida.

Por otro lado, practicas esenciales como la gestión de riesgos todavía sufren con solamente un quinto de las organizaciones con alguna iniciativa relevante. La gestión de contrataciones, en general y de TI, revelaron una situación crítica: 56% y 50% de la muestra en nivel inicial, respectivamente.

Con el objetivo de proveer medios para las organizaciones se planearen para el aumento de los niveles de gobernanza, el TCU envió para cada una de las instituciones analizadas un informe de feedback por área, comparándola con su sector y con el estado general de la administración pública federal.