«Mi historia en el TCU comienza en 1992, al ser aprobado en el concurso público para el cargo de Analista de Finanzas y Control Externo. Seis años después, por medio de un nuevo concurso, asumí el cargo de Ministro sustituto, en el que permanecí hasta 2001, cuando me convertí en Ministro de la Corte. Entonces, además del crecimiento y satisfacción personal por tener la oportunidad de, hoy en día, ocupar el último eslabón de la cadena del proceso de juicio del tribunal, integrar el colegiado del TCU me permite colaborar para el incremento de la gestión pública.
En el control externo compete la tarea de fiscalizar, evaluar, orientar y corregir los actos de aquellos que manejan recursos públicos y, en calidad de miembro de un órgano juzgador, llevo conmigo la responsabilidad de velar por el fiel cumplimiento de los principios y las normas aplicables a la Administración Pública, siempre en busca de la concretización de su principal objetivo: la atención del interés público y de las reales demandas de la sociedad.»