«Actuar como magistrado de cuentas del Tribunal de Cuentas de la Unión es tener la singular oportunidad de participar, de forma técnica, íntegra, imparcial, justa y apartidaria, de las decisiones sobre el control externo de la Administración Pública y de la gestión de los recursos públicos federales, en beneficio de la población brasileña.
Significa, al final, concurrir para el alcance y la consolidación de los objetivos fundamentales de la República Federativa del Brasil en la constante construcción de una sociedad libre, justa, solidaria y desarrollada. Esta es mi contribución a las generaciones presentes y futuras.»